En esta segunda parte de nuestro artículo, continuaremos enumerando los diferentes factores a considerar que afectan el resultado final y pueden hacer del trabajo de mezcla un proceso cordial o problemático.
Sin lugar a dudas, el equipo de estudio mas subestimado por muchos de los estudios caseros es el humilde monitor de referencia. Es muy común encontrar una gran cantidad de estudios caseros que invierten todo su presupuesto en programas, plug In’s, pre-amplificadores, micrófonos, etc. Todo para terminar escuchando la grabación y mezcla en un par de bocinas de estéreo Hi-Fi casero de pésima calidad.
Hay que comprender que no se puede crear una mezcla decente sin poder escuchar realmente lo que sucediendo. Incluso los mejores equipos Hi-Fi de consumo no están fabricados para realizar el trabajo de mezcla. Este tipo de equipo está pensado para enaltecer y modificar la ecualización del sonido para hacerlo más agradable a la escucha.
Sin embargo, los monitores de referencia para estudio están fabricados para producir una clara y detallada imagen sonora con una respuesta en frecuencia lo más plana posible. De esta manera el ingeniero puede escuchar lo que realmente está sucediendo sin ningún tipo de alteración, es decir, puede escuchar realmente como suena su grabación para así poder aplicarle los diferentes procesos de señal que involucra la mezcla.
Hoy en día la mayoría de los monitores de referencia son activos, o como a veces se les suele llamar auto-amplificados, es decir, ya no requieren de un amplificador externo. Esto también implica que este tipo de monitores emplean un tipo de circuito de cruce (Crossover) a su entrada que separa la señal en grave y agudos para después aplicar un circuito de amplificación independiente a cada banda frecuencial.
Los monitores de referencia también se dividen en monitores de campo cercano, intermedio o lejano dependiendo de su tamaño. Los monitores de campo cercano son los más pequeños, suelen estar colocados encima del puente de medición de una consola o en el mueble de estudio. Estos compensan su limitada respuesta en graves con unos medios muy reveladores o precisos.
Los de campo intermedio son más grandes, por lo cual reproducen mejor los graves, este tipo de monitores comúnmente se montan en unos soportes que van detrás de la consola o del mueble de estudio.
Los monitores de campo lejano o “principales” como a veces los llaman, son enormes y por lo regular van montados en las propias paredes del estudio. Cuestan mucho más dinero pero proporcionan la mejor imagen global de la mezcla. Sin embargo, muchos productores e ingenieros prefieren mezclar con monitores de campo cercano o intermedio, y sólo utilizan los principales para verificar como suenan las frecuencias bajas.
Para empezar hay que olvidar ciertos mitos asociados a los monitores de estudio de campo cercano. En general, la calidad se paga, y a la larga, lo barato sale caro. Sin embargo, el gran problema de los buenos monitores es que su comportamiento resulta bastante imprevisible cuando se les ubica en un cuarto normal. Incluso en una cámara anecoica (sin reflexiones, ni ecos). Unos monitores excelentes sólo ofrecerán una respuesta en frecuencia plana en un margen de + 2dB. ¡Y éste sería el caso ideal!
Por lo cual es muy importante considerar las características del cuarto en donde serán usados los monitores, el tipo de monitor que se va usar y la posición del ingeniero. Además las posiciones relativas de cada uno de estos elementos en relación al cuarto. Cualquier cambio que realices sobre cualquiera de estos factores influirá drásticamente sobre el sonido.
De entrada es importante entender que si se colocan unos fantásticos monitores de referencia en una sala con mala acústica, sólo se estará tirando el dinero a la basura. Antes de ubicar los monitores es recomendable leer el manual, ya que los fabricantes suelen incluir ciertas indicaciones sobre el posicionamiento de los monitores y referencias sobre la proximidad óptima a las paredes.
Se trata de que cada monitor transmita su sonido lo más directo posible hacia los oídos del ingeniero, lo cual implica que apunten directamente hacia ti, y que no haya ningún obstáculo de por medio.
Las paredes, el techo y otras partes de la estructura del cuarto también alteran tu percepción del sonido. Si acercas mucho un monitor a una pared, alteraras su respuesta en frecuencia ideal. Esto se nota mucho en los graves, pues causa un intenso realce en las frecuencias más bajas y una leve caída en frecuencias superiores. El efecto se multiplica con las aportaciones de una pared lateral y del techo, que desvirtúan aún más la respuesta. Por lo que es recomendable alejar lo más posible los monitores de las paredes y sobre todo de las esquinas, como mínimo 40 cm.
Por último, procura disponer los altavoces de la forma más simétrica posible. La posición de escucha teórica estaría en medio de las paredes laterales, con los monitores en frente orientados con idéntico ángulo y a la misma distancia del oyente, formando un triángulo equilátero, y a una altura que permita que los tweeters queden al nivel de los oídos del escucha.
Invierte lo más que puedas. Como es lógico, los monitores más caros son los mejores. Pero es verdad también que hay monitores malos y buenos en cualquier franja de precios. Sin embargo, es un hecho que definitivamente vale la pena invertir en unos monitores de la categoría media alta en cuanto a precio. Si has estado ahorrando durante 3 o 4 meses para comprar buenos monitores, y ya tienes alrededor de 4 mil pesos mexicanos (300 USD aprox.), te recomiendo que ahorres durante otros 4 meses para que juntes entre 8 y 12 mil pesos mexicanos (600-900 USD aprox.) para comprar unos monitores que te duren por largo tiempo y tengan buena calidad.
Por otro lado, se recomienda trabajar con monitores de 6 pulgadas como mínimo para tener una respuesta en graves decente. También es muy importante que cuando vayas a comprar los monitores realices varias comparaciones entre las diferentes marcas. La mejor manera de hacer esto es llevando un disco o reproductor con 2 canciones de 2 géneros musicales diferentes que tu consideres que estén muy bien mezcladas y masterizadas. Por Ejemplo Rock/Pop, y Electrónico o Rock/Pop y Jazz, por supuesto en formato PCM (WAV o AIF) para así tener la mejor calidad posible. No te dejes influenciar siempre por los vendedores, y tampoco compres monitores sin antes escucharlos y compararlos.
En el próximo artículo seguiremos abordando los diferentes factores y herramientas que involucra el proceso de mezcla.