Mezclar es como escalar una montaña; Las habilidades y la práctica constante son de suma importancia. Entre más lo realices, mejor nivel adquieres. Sin embargo, si se practica con una mala selección de herramientas, lo más probable es que te precipites hasta al suelo dejando un horrible desastre; “sónicamente hablando”. Por esta razón, es importante escoger bien las herramientas que te ayudarán a producir mezclas de alta calidad. En este artículo, echaremos un vistazo a las herramientas que vas a necesitar.
Volumen / Panorama
Empecemos por lo básico. Las herramientas más importantes en la caja de herramientas del ingeniero de mezcla, son el humilde combo conformado por el “Atenuador de Volumen” (Fader), y la perilla de panorama (Pan Pot). Una mezcla es un cuidadoso balance de sonidos y su posicionamiento a lo largo de la imagen estereoscópica.
Es importante visualizar la mezcla de una grabación como un espacio tridimensional en el cual vamos a ubicar cuidadosamente nuestros elementos, de tal manera que el eje “Y” estará conformado por el volumen, y rango de frecuencias que abarcarán cada elemento de la mezcla. El eje “X” estará conformado por el posicionamiento a lo largo del panorama de nuestros elementos. Por otra parte, el eje “Z” o profundidad, se logrará con el uso de procesadores de tiempo como “Reverb” o “Delay” para ubicar cada elemento de nuestra mezcla más cerca o más lejos de la posición de escucha.
EQ / Ecualizador
El sonido es una serie de ondas a diferentes frecuencias. Cada instrumento, voz o cualquier otro sonido, va a ocupar ciertas partes del espectro de frecuencia en mayor o menor extensión. La clave para una gran mezcla es descubrir que frecuencias le dan a cada sonido su característica particular, o que frecuencias hacen un sonido más placentero o funcional en la mezcla, para así destacar dichas frecuencias. Esto se puede hacer de tres maneras:
El ecualizador paramétrico, el cual nos permite especificar no sólo la frecuencia exacta que deseamos modificar, sino también el Q o ancho de banda (El Q determina que tanto se afectan las frecuencias aledañas a la frecuencia que deseamos modificar) y la ganancia de dicha frecuencia.
Sin embargo, el ecualizador paramétrico es la elección más común de los ingenieros al momento de modificar el contenido frecuencial de un instrumento, voz o sonido.
Compresor
La grabación sonora no es una tarea sencilla, el ingeniero debe de contar con un buen conocimiento de las propiedades del sonido y física acústica. Además de el dominio de múltiples técnicas de microfoneo y cierto conocimiento de la construcción y funcionamiento de los instrumento musicales. Uno de los aspectos más importantes tanto en la grabación como en la mezcla es el rango dinámico. Todos los sonidos cuentan con su dinámica, es decir, la forma en que cambia su amplitud a través del tiempo.
Controlar el rango dinámico de los instrumentos o sonidos, no sólo nos permite realizar grabaciones libres de distorsión o clipping digital, sino también nos permite incrementar el volumen general de una grabación. En la mezcla, es de suma utilidad contar con la capacidad de moldear la estructura de volumen de un sonido, ya sea para reducir el transitorio o ataque de un sonido, para elevar la etapa de sostenido del mismo, o simplemente para atenuar los picos de un sonido y así poder elevar el volumen general del mismo.
Los compresores logran estos cambios atenuando sólo las partes con mayor volumen o picos de un sonido, dejando intactas las partes bajas. El umbral o “Threshold” es el parámetro que nos permite determinar de manera muy específica a partir de qué punto o volumen va a comenzar a actuar el compresor. También se puede especificar que tan rápido comienza actuar con el parámetro de ataque o “Attack”, y durante cuánto tiempo va actuar con el parámetro liberación o “Release”. El monto de compresión o mejor dicho la cantidad de reducción de ganancia, es determinada por la razón de compresión o “Ratio”.
El compresor no sólo se usa de manera correctiva. Existen muchas técnicas que usan el compresor como efecto estético y creativo. La compresión paralela y la compresión en cadena o “Side Chain Compression”, son sólo algunas de las técnicas que se usan comúnmente para alterar la característica de un instrumento voz o sonido.
Reverberación
Cada vez que se produce un sonido sus ondas sonoras viajan en todas direcciones. Algunas de ellas llegan a nuestros oídos, y otras rebotan contra la estructura en que es producido dicho sonido para después alcanzar nuestros oídos. Estas reflexiones son de menor amplitud y tonalidad diferente. Además llegan con tan poca diferencia de tiempo que las percibimos como parte del sonido original. Sin embargo, cuando no están presentes sentimos una enorme diferencia. Este es el caso con grabaciones secas realizadas en estudios con poca reflexión y situando el micrófono demasiado cerca al instrumento o fuente sonora.
La solución más evidente es grabar los instrumentos en un ambiente más natural con el fin de capturar la reverberación de manera conjunta. Desafortunadamente esto requiere de contar con estudios acústicamente acondicionados para dicha tarea, lo cual no siempre es el caso, por lo que se crearon las conocidas unidades de “Reverb”, que en un principio se usaban para inyectarle un sonido más natural y controlable a las grabaciones, logrando así un sonido mucho más real.
Al principio casi todas la unidades de reverberación o “Reverb” funcionaban haciendo vibrar porciones de metal como es el caso del la reverberación de resorte (Spring Reverb) y la reverberación de placas (Plates Reverb). Para ser honesto, estas unidades no sonaban muy apegadas a la realidad. Sin embargo, era lo que se tenía en un principio y los ingenieros de aquel entonces lograron técnicas muy útiles que siguen prevaleciendo hasta nuestros días.
Las versiones modernas están basadas en emulaciones digitales, y ofrecen diferentes grados de realismo. Una de las tecnologías muy usadas hoy en día es la reverberación de convolución, la cual permite simular la reverberación de entornos físicos y espacios acústicos a través del uso de respuestas a impulsos, que son muestras de audio pregrabadas de la respuesta de las reflexiones que genera el entorno, ya sea físico o virtual, a simular posteriormente. Las señales procesadas con este tipo de reverberación suenan como si la fuente de sonido se encontrase realmente en el entorno simulado.
Por supuesto las técnicas y usos de reverberación en la mezcla han evolucionado bastante, y como mencionábamos al inicio del artículo, la reverberación se emplea para crear la sensación de lejanía o cercanía en los elementos que conforman nuestra mezcla. Esto tiene como resultado que nuestro cerebro pueda comprender y escuchar de una manera más ordenada cada elemento de nuestra mezcla.
Hoy en día, es muy común escuchar en las producciones “Pop”, el empleo de diferentes espacios acústicos para cada elemento de la mezcla, dando como resultado un sonido hiperrealista. Sin embargo, una de las principales recomendaciones que a menudo dan los ingenieros, es la de ecualizar la reverberación independientemente del sonido al que se le está aplicando. Esto nos permite tener un control más exacto sobre el espacio acústico, y evitar que se acumulen frecuencias no deseadas como es el caso de las frecuencias bajas, lo cual sólo empastaría el sonido general de la mezcla.
Delay
Cuenta la historia, que un día una persona dijo: “Yo sé que si tomamos una pieza de cinta magnética y la colocamos como un continuo “loop” sobre la grabadora, y a esto le agregamos una cabeza de grabación acompañada de múltiples cabezas de reproducción escalonadas las cuales reproduzcan el sonido grabado, podremos lograr que los sonidos se repitan de manera rítmica, una y otra vez, a tiempo, o en contratiempo de la música que se está tocando”. Así nacería uno de los procesadores de señal de audio verdaderamente creativos: El “Delay”.
Por supuesto, la naturaleza nos provee de su propia versión de “Delay” (Eco). Sin embargo desde su inicio el “Delay” fue concebido para crear sonidos inusuales, no naturales y creativos. Múltiples versiones de “Delay” se han desarrollado a lo largo de los años, y hoy en día nos encontramos con una gran variedad de “Delays” que van desde “Ping Pong Delay”, “Multi Tap Delay”, “Filtered Delay”, “Slap Back Delay”, etc.
Tal como en el caso de la reverberación, los “Delays” se usan en primera instancia para crear la sensación de espacio. Sin embargo, el “Delay” tiene múltiples aplicaciones y posibilidades. Nos puede servir para generar contrapuntos rítmicos, generar imagen estéreo, enmascarar errores de grabación, agregar energía e interés a un sonido, etc.Al igual que con la reverberación, es recomendable ecualizar de manera independiente las repeticiones de la fuente sonora. De esta manera, tenemos un control total de las frecuencias y evitamos empalmes, o acumulación de frecuencias graves.
Por supuesto una de las herramientas más importante para mezclar, son los monitores de referencia. Éste, es todo un tema muy profundo, con el cual seguiremos adentrándonos en el mundo del arte de mezclar.
Cada uno de estos temas los iremos tratando paso a paso en los siguientes artículos. Por ahora queda extendida la invitación para empezar a mezclar audio como corresponde…